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Aditivos

En esta sección, nos dedicamos a ofrecer una completa guía sobre los aditivos alimentarios presentes en nuestra dieta diaria. Reconocemos la importancia de entender estos componentes y cómo afectan nuestra salud para tomar decisiones informadas sobre nuestra alimentación.

Al conocer las propiedades y efectos de estos aditivos, podemos comprender mejor las posibles implicaciones para nuestra salud y bienestar.

Desde conservantes y colorantes hasta edulcorantes y potenciadores de sabor, exploraremos en detalle cada tipo de aditivo, destacando sus funciones, beneficios y posibles riesgos asociados. Esta información te permitirá tomar decisiones conscientes sobre los alimentos que consumes, ayudándote a mantener un estilo de vida saludable y equilibrado.

Nuestro objetivo es proporcionarte las herramientas necesarias para que puedas navegar con confianza por el mundo de los aditivos alimentarios y proteger tu salud y bienestar.

¿Qué son los aditivos alimentarios?

Los aditivos son sustancias químicas de origen natural o sintético que se añaden muchos de los alimentos que consumimos con el fin de modificar sus características (sabor, textura, aroma...), aumentar el tiempo de conservación y/o mejorar el proceso de su elaboración.

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Toxicidad

A pesar que las regulaciones de los organismos oficiales son bastante extrictas en la aprobación o prohibición del uso de aditivos, cabe destacar que surgen algunas dudas relativas a dichas políticas.

Veamos pues, en primer término, qué organismos se encargan de las regulaciones del uso de aditivos en España y Europa.

La EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) a través de su Comisión Técnica de Aditivos y Aromas es la encargada de llevar a cabo las evaluaciones de seguridad de los aditivos alimentarios revisando todos los datos científicos disponibles, incluida la información sobre propiedades químicas y biológicas, toxicidad potencial y estimaciones de la exposición alimentaria humana.

En resumen, podemos decir que la EFSA es la que se encarga de establecer la Ingesta Diaria Admisible (IDA) para cada sustancia.

Es esta IDA, según la EFSA, la cantidad de una sustancia que las personas pueden consumir a diario a lo largo de toda su vida sin ningún riesgo apreciable para la salud.

"Si no se dispone de datos suficientes para establecer una IDA, podrá calcularse un margen de seguridad para determinar si la exposición estimada podría ser problemática".

"En otros casos, por ejemplo, en los relativos a sustancias que ya están presentes en el organismo o a componentes habituales de la dieta o con respecto a los que no se han identificado efectos adversos en ensayos con animales, no es necesario establecer una IDA."

Según la AESAN (Agencia Española para la Seguridad Alimentaria y Nutrición) para que un aditivo pueda comercializarse y utilizarse en la elaboración de alimentos es necesario que cumpla con 3 condiciones generales.

  • Debe existir una necesidad tecnológica que justifique su empleo y que no puede ser satisfecha por otros medios económica y tecnológicamente practicables.
  • Su empleo no debe inducir a error al consumidor.
  • Y no planteará sobre la base de las pruebas científicas disponibles y al nivel de uso propuesto problemas de seguridad para la salud de los consumidores. Es decir, debe ser seguro.

Como hemos podido ver, y no tenemos constancia de lo contrario, en ningún caso se habla del efecto que puede tener en el cuerpo humano la ingesta conjunta de varios aditivos. Por lo que el tercer punto (debe ser seguro) es cuestionable como poco. El segundo (no debe inducir a error al consumidor), y dado que la nomenclatura de los aditivos es extensa en su mayoría y la legislación permite que la industria alimentaria utilice el término que mejor estime en cada caso, el consumidor en muchas ocasiones, pese a que pueda tener un interés en conocer la toxicidad de un aditivo concreto en un alimento determinado, se encuentra con la difícil tarea de tener que 'descifrar' el término. Y respecto al punto primero (necesidad tecnológica) existe, en ciertos casos, una duda más que razonable sobre su 'necesidad'.

No discutiremos que la industría alimentaria ha evolucionado tecnológicamente, en las últimas décadas, de forma exponencial, igual que todo lo relacionado con la seguridad alimentaria, sin embargo y puesto que, del mismo modo que la industria farmaceutica se mueve principalmente por intereses económicos, la alimentaria no es distinta. Esto es algo que plantea muchas preguntas y dudas si nos paramos por un instante a analizarlo detenidamente.

la importancia de saber lo que ingerimos

Existen tres cuestiones importantes a tener en cuenta en lo relacionado a la cantidad de aditivos que ingerimos a diario con los alimentos y el efecto que estos pueden causar en nuestra salud a corto, medio y largo plazo.

La primera vendría determinada por la cantidad que ingerimos de forma puntual a través de un alimento determinado. Esto es algo que los organismos encargados de aprovar o prohibir este tipo de sustancias en los procesos industriales y/o naturales de producción de alimentos se encargan de regular, supuestamente, de forma muy estricta.

La segunda cuestión estaría relacionada con los posibles efectos en nuestro organismo al ingerir varios aditivos distintos a través de uno o varios alimentos. Esto es algo sobre lo que los organismos de seguridad alimentaria, hasta la fecha no han presentado estudios exhaustivos ni conclusiones claras. La forma tradicional de evaluar e informar de los efectos de un aditivo se basa en su consumo por separado. Es sabido que la combinación de ciertas sustancias pueden amplificar los efectos de otra y ocasionar consecuencias negativas para nuestra salud.

La tercera tiene que ver con la alteración de las propiedades que pueden sufrir algunas sustancias químicas cuando son sometidas a ciertos procesos como pudiese ser el calor (ejemplo: al cocinar alimentos con aditivos sensibles al calor).